
Esto es lo que promulgan los
transhumanistas, que valoran el progreso en cuanto a que permite vivir más
tiempo y con más salud, incrementa las capacidades sensoriales, motrices y
cognitivas, permite ser feliz y más
empático y también reducir los riesgos que amenazan a la humanidad.
Los transhumanistas no buscan la
inmortalidad, sino la amortalidad, eso es, alargar la vida para poder llevar a
cabo todos los proyectos que no caben en un periodo de vida actual. Quieren
poder elegir el momento de su muerte.
Para conseguirlo se preparan para un tipo
de vida post humano (con capacidades mentales y físicas que superan las de
cualquier humano). ¿Cómo lo conseguirán? Con nanotecnología molecular,
ingeniería genética, inteligencia
artificial, terapias anti-envejecimiento, dispositivos neurológicos, vestimenta
computerizada…
¿Un ser humano cibernético? Tal
vez. ¡Adelante el tecnoprogreso!
(foto libre de www.foter.com)