miércoles, 23 de julio de 2014

Gaza en el punto de mira

Hay quien piensa que Israel utiliza la guerra para conseguir objetivos que se le han escapado desde la política.
      La periodista Nazanin Armanian (www.nazanin.es) dice esto y mucho más en el diario digital www.publico.es el 20/7/2014. Para esta iraní afincada en Barcelona, los actuales ataques a Gaza buscan objetivos definidos; algunos de los anteriores fueron preservar una coalición de gobierno, desviar la atención pública de algún escándalo o entrenar las tropas israelíes en un campo de batalla real. Lo que Netanyahu pretende ahora sería volver a mostrarse a la ultraderecha como un hombre duro mientras debilita la estructura de Hamas sin destruirla (la necesita para gestionar el gueto de Gaza y para atacar a los palestinos con ese pretexto cada dos por tres). El objetivo de Israel no es otro que aniquilar el pueblo palestino. Los ataques radicalizarían Hamas y podrían provocar un conflicto entre palestinos. De paso castigarían a Mahmud Abbas por haberse atrevido a pedir a la ONU el reconocimiento de Palestina. Podrían arruinar el plan de paz de los EUA, lanzar el mensaje de que no hace falta la ayuda de Washington para hacer guerras destructivas (prepotencia de: aquí mando yo) y exhibir su poderío en la región. De paso probarían sus nuevos artefactos (Israel es uno de los principales fabricantes de armas del mundo). Sin olvidar que en las aguas de Gaza existe un yacimiento de gas cuya explotación se ha negociado con Putin, y que sería indeseable que la Autoridad Palestina se acerque demasiado a Moscú. A raíz de la muerte en extrañas circunstancias de tres adolescentes israelíes, Armanian afirma que se está utilizando el Plan Dagan del 2001 (matar a civiles israelíes para justificar operaciones militares contra enemigos).
      Amira Hass es corresponsal del diario israelí Haaretz en los Territorios Ocupados. El pasado 21/7/2014 escribía “Reaping what we have sown in Gaza” (Recogiendo lo que hemos sembrado): “Aquellos que rehusaron la propuesta de paz de Fatah y Arafat para dos estados, que apechuguen ahora con Haniyeh, Hamas y el BDS (llamada contra el apartheid israelí, www.bdsmovement.net). Quienes hicieron de Gaza un campo de internamiento y de castigo para 1.8 millones de seres, que entiendan el porqué de cavar túneles bajo tierra. Quienes sembraron el aislamiento i el asedio, que recojan el fuego de los cohetes. ¿Qué derechos creen que tienen quienes, durante 47 años, han expropiado terrenos, multiplicado asentamientos y sembrado odio y dolor?”. Hamas les está destrozando la tradicional doble moral de la que tanto abusan. Los cerebros del Shin Bet (servicio de seguridad interior de Israel) no entienden que son ellos mismos los creadores de toda esa violencia que les ha caído encima”. 
      Ahmad Jaradat, en www.alternativenews.org, 21/7/2014, cree que el sentimiento general de Cisjordania es que, si prosiguen las atrocidades en Gaza, se verán arrastrados a una Tercera Intifada.
      ¿Existe alguna solución? Entrevistado por TV5 Monde el 22/7/2014, Ofer Bronchtein, israelí afincado en París, fundador del Forum Internacional para la Paz (que busca la reconciliación Israel-Palestina) cree que la comunidad internacional tiene demasiados intereses en la zona para desear la paz; su propuesta consiste en dar las llaves de Gaza a Mahmud Abbas con la ayuda de la Liga Árabe, Qatar, etc.
      En www.obamaworld, 14/7/2014, el periodista Jordi Pérez Colomé analiza el tema con el artículo “Gaza, Gaza, Gaza y el avión de Ucrania”. Entre otras muchas, escribe que, frente a Hamas que quiere el final del bloqueo i la liberación de sus presos, el enemigo exige seguridad absoluta y la desaparición de los cohetes. ¿Cómo lo conseguirá Israel? Alargando una guerra de desgaste hasta que en Gaza se queden totalmente sin recursos.
      Demasiados dramas, pero yo me quedo con la débil esperanza de grupos como #JewsAndArabsRefuseToBeEnemies. 



miércoles, 16 de julio de 2014

Malala, te necesitamos

Malala Yousafzai tiene diecisiete años. Con once esta famosa activista pakistaní se dio cuenta de que, sin escolarización, a las niñas de su país les esperaba un futuro miserable. Apoyada por su padre plantó cara a los talibán propagando un mensaje a favor de la educación de las mujeres en todo el mundo. El castigo no se hizo esperar y una bala en la cabeza la mantuvo un tiempo entre la vida y la muerte. Aun así su lucha no se ha extinguido y, de reconocimiento en reconocimiento, esta joven menuda que se hace escuchar por periodistas y políticos, destila ternura y provoca la admiración de todos. De momento Pakistán ocupa una de las últimas plazas en el Global Gender Gap Report del 2013, que clasifica a los mejores países para las mujeres en cuanto a igualdad de sexos a todos los niveles. Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia y una sorprendente Filipinas ocupan las primeras plazas del ranking.
      Aquí hace muchos años que se crearon leyes y normativas para no discriminar por razón de sexo. En cambio otros asuntos relacionados con la educación no van bien. Fijémonos por ejemplo en el gran número de fracasados escolares, en el nivel descendente de los conocimientos del alumnado, en el lenguaje vulgar utilizado por periodistas y personajes públicos, en las constantes faltas de respeto con los ancianos y en todo el ámbito familiar, en las agresiones verbales y físicas por un sí o por un no… la lista sería interminable. Y puede hacerse extensible a la mayoría de países de Occidente.
      Hace poco el mundo del fútbol (concretamente el Barça) ha puesto la guinda al pastel. El fichaje de “mordisco” Suárez y el hecho de asegurar que este personaje está en “la línea del equipo” ha decepcionado a muchos. El Barça ya no es “más que un club”. Alguien de la directiva debería haberse planteado que son mayoría los jóvenes que copian a sus héroes. El fútbol marca tendencias. Ya hace años que, por culpa de este mimetismo, los escupitajos, flemas y esputos conviven con nosotros. Los pisamos, patinamos sobre ellos y a veces aterrizan de improviso sobre nuestra piel. Forman un conglomerado de saliva y moco, de consistencia variable, y pueden ser transparentes, blancos, amarillos, verdes o sanguinolentos, según contengan bacterias, virus, incluso el bacilo de Koch. Imagino que los escupidores ni lo saben; son demasiado incultos.
      Por eso yo le pido a Malala que se pase por aquí, que aporte su juventud de ideas claras y ganas de cambio, y que nos eche una mano. Nuestra sociedad está en caída libre en cuanto a la educación. Malala, ¡te necesitamos!


miércoles, 9 de julio de 2014

El califato del siglo XXI

Después de la Primera Guerra Mundial desaparecieron los imperios ruso, otomano y austrohúngaro. En oriente medio, las culturas turca, persa y árabe derivaron en Turquía, Persia y en veintidós estados árabes, algunos bajo dominio colonial; ninguno se ha convertido en un verdadero estado-nación. Así las cosas la nación árabe no tiene ninguna estructura común de referencia. Se hicieron diversos intentos para unificarla, como el panarabismo de Nasser o la creación de la República Árabe Unida (1958-1961). No hace mucho la población árabe, harta de autoritarismo y corrupción gubernamentales, se rebeló en la denominada “primavera árabe”, que solo se ha resuelto satisfactoriamente en Túnez, país de sociedad bastante homogénea y educada. Aún así en muchos sitios aquella primavera dejó una fractura generacional, con jóvenes que no se dejan manipular como sus padres.
      Al Baghdadi, líder del EIIS, Estado Islámico de Irak y Siria, ha decidido convertir este pedazo de tierra en un califato (con él de califa) parecido a los que siguieron a la época de Mahoma, como paso previo para reconquistar el mundo. ¿Qué supondría un califato? Sería un polo de atracción para yihadistas de todas partes; el control del territorio permitiría cobrar impuestos y vender los recursos; se podrían preparar los ataques en casa con total seguridad. No nos las tenemos ya con grupos terroristas que a menudo están a la greña, sino con una nueva era, una nueva generación. El EIIS podría hacerse muy fuerte: dispone de dinero, armas y militantes. (Javier Solana, La Vanguardia Dossier nº 52, pp.8-10).
      En Afganistán, como en muchas zonas de dominio talibán, se han bombardeado las escuelas públicas y se amenaza a las familias para impedir que lleven allí a sus hijos. Según un maestro entrevistado se les acusa de difundir los valores occidentales y se pretende centralizar la educación en las madrazas. Una maestra declaraba que se quiere impedir la alfabetización de las niñas y tener a los chicos bajo mano, educados solo en el Islam y entrenados para una eventual guerra santa. Un instructor de los seminarios islámicos exponía la necesidad de volver a las enseñanzas de Mahoma, o sea al siglo VIII. (France 24 TV-Infos-7/7/2014-edición del mediodía)
      Existen pues motivos suficientes para que Occidente extreme las precauciones en sus fronteras. Washington ya lo ha anunciado, pero no está solo. La UE, el Reino Unido, Canadá y Australia han tomado medidas contra el tránsito descontrolado de individuos que regresan a casa después de guerrear en sus países de origen (En Australia les ponen un chip). Muchos combatientes y terroristas viven en Occidente, que aún no ha desarrollado la legislación capaz de hacer frente a este nuevo reto global. De momento quienes viajen en avión, que se lo tomen con calma: las esperas en los controles de los aeropuertos van a parecerles interminables. 



miércoles, 2 de julio de 2014

Trabajo para todos

En el mundo hay más de 200 millones de personas en el paro, y la capacidad de crear puestos de trabajo parece limitada. Además, a día de hoy los cambios deben ser globales, generalizados. ¿Qué hacer pues?
      Una de las propuestas (existente desde los 80) consiste en redistribuir la jornada laboral: horario más corto y con menos sueldo, pero más tiempo para disfrutar de la vida. La ventaja para los trabajadores es que evitan los despidos masivos; para las empresas, que pueden sobrevivir en épocas difíciles; para los gobiernos, que se ahorran las prestaciones por paro; para la sociedad, que no crece la exclusión social. Pero estos minijobs, que aportan minisueldos, son viables solo si en cada casa trabajan varios miembros; un single precisará de varios sueldos para subsistir. Además, al empresario le resulta más caro contratar a dos trabajadores a media jornada que uno a jornada completa. Otro punto a tener en cuenta sería el de la redistribución del tiempo de cara a un mejor aprovechamiento: ¿por horas, días, semanas, meses? (4h/día, 2 días de 10h/semana).
      Otro aspecto a valorar es la existencia de sectores, como el tecnológico, que a pesar del paro no encuentran candidatos. Hace años que en Europa las políticas educativas débiles e irreflexivas sumadas al creciente fracaso escolar y a la abundancia de recién llegados sin formación han conducido a una saturación de trabajadores no cualificados para ocupar unos puestos que se han ido reduciendo, con la triste consecuencia de millones de personas que viven en precario. ¿Qué habría que hacer? Potenciar la formación de niños y jóvenes en las escuelas e institutos, dirigirlos a carreras más técnicas, actualizar la cartera de estudios universitarios en el ámbito público (que ha quedado desfasada respecto a la industria) y explicar a la sociedad (a través de los medios de comunicación) la importancia de alcanzar una formación sólida.
      Todo eso precisa de una planificación conjunta de muchos sectores, hecha con sentido común y pragmatismo. Por desgracia queda muy lejos de un mundo donde todos van a su aire, al son de sus intereses particulares y tomando decisiones sobre la marcha.




viernes, 27 de junio de 2014

El recóndito poder de los miedosos

No tendemos a pensar que las personas miedosas o constantemente necesitadas de apoyo sean poderosas. En cambio, estas posturas desvalidas esconden a menudo una sofisticada técnica para conseguir aquello que se desea, sobre todo cuando uno no destaca por la inteligencia. Sin duda el poder tiene muchas caras.
      
 En nuestro mundo hay “malos”, y tienen mucha visibilidad por ser más mediáticos que los demás. Pero la gran mayoría somos buena gente, aunque nos movamos por intereses. Las personas asustadizas juegan 
egoistamente a manipular, y lo hacen con una clara ventaja: todos quieren protegerlas. Esto es debido al instinto materno-paternal, inherente a los seres humanos. “Pobre, es débil”, piensan, y se sienten terriblemente culpables a abandonarla a su suerte. “Vive para los demás”, explican, y no se dan cuenta de que estar pendiente de las vidas ajenas es la mejor manera de controlarlas. “Todos la quieren”, insisten. Cierto, porque los humanos somos crédulos y a menudo el árbol nos impide ver el bosque. Además, pensar da mucha pereza.

      Esta forma de ser es propia de mujeres (en un hombre quedaría poco masculina y nosotras somos mucho más retorcidas). Todos hemos conocido a una madre, suegra o vecina que hace y deshace a su antojo bajo aires de mosquita muerta. Debe entenderse que la mujer utiliza esta técnica porque es la única que tiene al alcance y, sobre todo, porque le funciona. A mí, sin embargo, cada vez que alguien (un hombre), me dice que su esposa es “muy buena, vive para los demás y todo el mundo la adora”, me entra el pánico. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Una pincelada sobre Europa del Este

La historia creó una Europa del este y otra occidental. La cultura de Mesopotamia entró en Europa por los Balcanes. Sin embargo y a pesar de un reguero de cambios políticos, económicos y culturales, los países del este son aún la otra Europa, la pariente pobre, incomprendida e incómoda.
      En todo ese extenso territorio el denominador común es la extrema debilidad de las estructuras sociales, muy insuficientes para enfrentarse a la opresión política. Si le añadimos el estancamiento mental y económico y las migraciones, resulta un perfil nacional poco definido, con sociedades que cohabitan a copia de tensiones y etnias que sobreviven gracias a su fecundidad. Esta zona es todavía un polvorín de odios raciales, reivindicaciones históricas desfasadas, un gran retraso económico y una corrupción fuera de control.
      En Ucrania el colapso de una deplorable gestión gubernamental ha hecho estallar un buen número de pugnas (económicas, sociales) y la confrontación de grandes intereses nacionales con ambiciones personales y planes macro estratégicos de grandes potencias, como Rusia. Ucrania occidental tiene mayor diversidad industrial, pero carece de un mercado seguro como el ruso (sus productos no son vendibles a la UE, por calidad y gustos); mira a occidente, pero es una estafa, no es verdad. El ingreso per cápita de los ucranianos es de 3700€/año. El país necesita a Moscú para la energía y las finanzas, y las ideas de grandeza de Putin pasan por Ucrania, Bielorrusia y el Kazakhstan. Ucrania está pues ligada a Moscú, que la ayuda sólo si acepta sus condiciones, pero sueña con la UE, que le reclama una reforma a fondo de la administración pública y le impone un reajuste económico que la hará agonizar durante décadas. De Guatemala a Guatepeor. La resolución del conflicto es imprevisible en una zona donde las reglas del juego son las de la jungla.
(extracto de una conferencia privada del periodista de origen rumano Valentín Popescu)



jueves, 5 de junio de 2014

Amarga fruta dulce

Dos asuntos aparentemente sin conexión me han dado que pensar.
      El potente mercado de la fruta dulce de Lleida sólo puede vender el 29% de su producción en Mercabarna debido a la fuerte competencia de países como Sudáfrica o Chile (diario Segre, 17-5-2014). Eso sugiere que la relación calidad-precio es mejor en la otra punta del mundo que en casa. ¿Y los trabajadores? Hace muchos años que el Servicio de Ocupación de Cataluña y Unió de Pagesos se ven obligados a contratar a la inmigración, incluso en tiempos de crisis, porque nuestros parados prefieren cobrar un subsidio a ir a Poniente a recoger fruta. Y fuera de las redes legales, de mayo a octubre, pueden verse muchos extranjeros malviviendo alrededor de los campos; al alba se ponen en fila a lado y lado de la carretera con la esperanza de que un payés los elija y puedan cobrar un mísero jornal que les servirá para resistir hasta el día siguiente.
      Me compré un vestido de fiesta por internet. La web era española. Por un vestido de 78€, pagué 95 con la Visa por gastos de envío; tema cerrado: lo recibiría en 9 días. Quince días después reclamé por escrito y me contestaron desde el Reino Unido que el paquete estaba de camino. Al día siguiente recibí un extracto del banco con un cargo de 103€ por cambio de divisas de algún lugar de China. Cuando llegó el paquete, a los 20 días de mi pago, me reclamaron 27€ más por gastos. En resumen, un vestido de 78€ salía por 130€ y, lo que era peor, venía de la otra punta del mundo.
      Sólo quiero señalar que lo que consumimos debe ser de proximidad. No hay que comer nectarinas chilenas si tenemos en Lleida; no debemos desear cerezas en diciembre; no debemos comprar vino de Australia. Esos caprichos suponen un gran coste planetario: malgastamos energía en el transporte y contaminamos aún más el planeta. Y yo tampoco quiero un vestido de un país que no ofrezca unas condiciones dignas a sus trabajadores.
      Estamos tan inmersos en la globalización que hacemos las cosas por instinto. ¡Pues no! Reflexionemos antes de comprar y luchemos por el consumo responsable.


lunes, 26 de mayo de 2014

Carta abierta a Marine Le Pen

Señora Presidenta del FN:

Soy de Barcelona, ciudad donde vivo, pero voto también en Francia, patria de mi padre y país que me ha influido mucho culturalmente.
      Respecto a sus ideas para el 5 de mayo 2014 estamos de acuerdo en algunos puntos capitales como: «debemos crear empleo y promover el crecimiento, oponernos a las políticas de austeridad generalizada, aumentar la seguridad en sanidad y alimentación, el respeto por el medio ambiente y por el bienestar animal y luchar contra la desertización de las zonas rurales». No comparto la forma que usted propone para lograrlo: volver al franco, introducir un proteccionismo inteligente y un patriotismo económico. No voy a comentar nada al respeto.
      Lo que de verdad me molesta es su exaltación de la « pura raza francesa ». ¿De qué pureza estamos hablando? ¿De los 6 millones de musulmanes del país (8%)? Francia ocupa el 5º lugar en el ranking mundial en cuanto a tasa de inmigración y no hay más que ver la televisión para reparar en ello. Sin embargo, sus ideas no son solo ridículas, son peligrosas. El odio que favorecen no ha hecho nunca ningún bien al pueblo. Es el punto de partida de matanzas y guerras. Como política que es usted, debería saberlo y respetarlo.
      En cuanto a su desdén por la multiculturalidad, es una lástima que no sepa apreciarla, pero no impida que los demás disfruten con ella. Las distintas lenguas (o costumbres o ritos) nos enriquecen. Forman parte del mundo, de un mundo que se ha hecho global, muy a pesar suyo. Ya no hay marcha atrás, aunque usted se lo crea.  
      Suscribo que la Unión Europea tiene muchos temas pendientes, muchos asuntos que resolver y mejorar. La mayoría de los conciudadanos (y me incluyo) estamos enfadados con ella. Dicho eso, reconocemos en Francia al país que escribió una bonita historia, la del 14 de julio, la de Mayo 68, y todavía cantamos a Piaf (madre italo-argelina) o a Aznavour (padres armenios). Esperamos que Francia sepa aprovechar su capital económico y humano. En 2013, estaba en el 5º puesto mundial en producto interior bruto, aunque haya caído de la triple a la doble A, un duro golpe para el gallo francés. Esperemos que sepa encontrar de nuevo el camino.
      Quisiera, para terminar, aconsejarle un libro para leer sin prejuicios y con la mente abierta: « La identidades asesinas », de Amin Maalouf, un escritor libano-francés, que sin duda usted conoce.
      Atentamente se despide

        Carme Lafay, médico radiólogo y escritora





domingo, 18 de mayo de 2014

Las mujeres, nuevamente cuestionadas

Hay cosas que ninguna mujer debería permitir, como las ofensas de un político propuesto al Parlamento Europeo. Desde tiempos inmemoriales las mujeres, casi la mitad de la especie humana, hemos sufrido discriminaciones de todo tipo. La idea de la superioridad masculina está tan arraigada en la sociedad global, que no nos es permitido bajar la guardia. Por eso me parece tan grave la aceptación tácita de esta supuesta minusvalía. ¿De verdad las mujeres del PP se creen más tontas que Arias Cañete? Pues si no están a la altura de las exigencias del partido, que dimitan en bloque. Las demás no queremos tener una representación gubernamental hecha de inútiles y machistas.
      Por suerte hace siglos que hombres de cualquier raza y cultura, inteligentes y lúcidos, de pensamiento libre y no manipulable por religiones ni creencias, saben que los dos sexos tienen diferencias, pero pueden ser igualmente brillantes si se dan las circunstancias adecuadas en ambos casos. Es retrógrado y fruto de una base cultural científica deficiente pensar lo contrario. Si además se dice en público y con convencimiento, el personaje en cuestión (un político en campaña electoral) demuestra que quizá sus circuitos neuronales no funcionan tan bien como él cree.
      Casi al mismo tiempo que se manifestaba la España profunda, Francia celebraba el “8º Día de la falda”, una iniciativa de los estudiantes de los Lycée del Pays de la Loire. Los chicos se ponen falda para ir al instituto con la finalidad de reivindicar actitudes no sexistas.
      Aunque el país vecino no tiene nada que ver con los cavernícolas locales, es muy triste que en el siglo XXI, cuando ha habido grandes avances científicos, sea aún necesario manifestarse a favor de la igualdad entre sexos. Y, por lo que parece, la tendencia global va a peor. Me dan ganas de echarme a llorar… o de salir a la calle y montar una revolución.


miércoles, 14 de mayo de 2014

Investigando el bienestar en el siglo XXI

Cuando pensamos en el ritmo de nuestro día a día nos parece imposible conseguir una buena relación entre el cuerpo y la mente. Demasiados factores juegan en su contra: el estrés, la inseguridad, el miedo, las exigencias propias y ajenas, los horarios voluntarios o impuestos… Además, todos dicen que debemos ser felices a toda costa. Y nos esforzamos a ello; incluso visitamos el psicólogo si no conseguimos el preciado estado de bienestar. Y le preguntamos: “y eso, ¿cómo se hace?”
      Una de las claves es sentirse bien con uno mismo y estar tranquilo. Eso pasa por conocernos y aceptarnos (amarnos). Alrededor de los 4 años se empieza a forjar la autoestima, que debe ser realista y, por tanto, saludable. Me refiero a que, a veces, una alta autoestima es narcisista y destructiva. Otro punto a evitar es la ansiedad que, a diferencia del miedo, no tiene base real. En los animales el miedo sirve para avisar del peligro. En el ser humano se transforma hasta hacerle imaginar calamidades futuras e hipotéticas amenazas. Una ansiedad persistente nos convierte en personajes asustadizos y suspicaces, consume nuestra confianza y nos encierra en un mundo opresivo. La mente torturada avisa entonces al cuerpo en forma de enfermedades o problemas físicos. Es urgente hacerle caso, detenerse y reflexionar.
      Como médico creo que podemos hacer muchas cosas para evitar enfermedades, Una de ellas es pensar en positivo para facilitar estados de ánimo placenteros. Otra es la prevención. Dicen los cardiólogos que “si no tienes sobrepeso, no fumas, haces ejercicio físico, no eres diabético ni hipertenso, ni tienes el colesterol alto, las posibilidades de sufrir una ataque al corazón en los próximos diez años son prácticamente nulas. En cambio, tener tres o más factores de riesgo es nefasto para la salud”.
      Cada cual entiende la felicidad a su manera. Para mí es la consecuencia de un conocimiento profundo de uno mismo, de la paz espiritual, de llevar una vida sana, de sentirse incluido en la sociedad y ayudar a los demás. Y usted, ¿tiene una receta?




martes, 6 de mayo de 2014

No todos los trabajos son iguales

A las ocho menos cuarto de la mañana, hora de Barcelona, invaden mi calle tres furgonetas blancas que aparcan en la Zona Verde que ha quedado libre. Bajan nueve hombres vestidos de operarios, luciendo chalecos reflectantes, cinturones de herramientas y cascos protectores. Descargan bobinas de cable y altas escaleras que colocan en la esquina, apoyadas en el edificio más cercano. En seguida miran el material, añaden unos cuantos conos de color naranja y deciden que es la hora del café. El bar de la esquina resuena con los gritos y las risas de los alegres trabajadores.
      Una hora después parece que toca ponerse al tajo, con calma y mucho ruido, eso sí. Poco a poco se colocan las escaleras, un operario sube (sin casco, que molesta) y va haciendo el tendido, en este caso de fibra óptica. A las once hay mucha hambre (de tanto subir y bajar escaleras); el bocadillo y la cerveza precisan de al menos noventa minutos para caer bien en el estómago. La dueña del bar, contenta de la numerosa clientela, pero airada por las injusticias laborales que percibe me comenta que “no pegan golpe”, que “se pasan el día hablando”, que “yo he trabajado como un negro de los de antes, que mira tú ese qué rápido que ha aprendido a gandulear, y que es una vergüenza”. Añade que “eso no es nada; tendrías que ver la chica que multa los vehículos mal estacionados en la Zona Verde, esa sí que sabe: ¡todo el día en el bar whatsapeando!”. Detecto cierta envidia bajo sus palabras y la animo: “Mujer, tú y yo, que somos unas currantas, seguro que nos sentimos mucho mejor que todos ellos; es más gratificante”. Me taladra con una mirada paralizante y me callo.
      Cuando regreso de cumplir con mi jornada, aún están ahí los operarios y las furgonetas, ellos chillando de lado a lado de la calle. Miro hacia arriba y me parece que el cable está puesto. Tardan media hora más en recoger y abandonar la zona en medio de un ruido ensordecedor. La calle entera respira aliviada cuando abandonan el lugar. Parece que podremos descansar después de días de jarana. Alguien comenta que han terminado la faena.
      Falsa alarma. Unos días después vuelta a empezar. Parece ser que el cable no ha quedado bien colocado y precisa retoques.
      Así nos va...   




domingo, 13 de abril de 2014

Responsabilidad social empresarial

Hace años que las empresas se dieron cuenta de que la manera de hacer negocios repercute en el entorno y que el mundo actual supone retos en el mantenimiento del planeta y responsabilidad en los cambios sociales que puedan provocar por una mala praxis. Hay que convertir los riesgos en oportunidades si se busca un crecimiento sostenible. Los estudios sugieren diez “megafuerzas” que impactarán el mundo de la empresa en los próximos veinte años. La primera afecta directamente las demás.
1-Cambio climático: En un mundo despreocupado de esta cuestión (aún hay quien niega la evidencia), las consecuencias no se harán esperar.
2-Energía-petróleo: La demanda global de energía aumenta a la par que disminuyen las energías fósiles.
3-Recursos materiales: Los países recientemente industrializados incrementan la demanda de un producto que empieza a escasear. Habrá que encontrar materiales sustitutivos o reciclar al máximo.
4-Agua: Hacia el 2013 la demanda de agua superará en un 40% las existencias disponibles. Se prevén grandes disputas por un agua cara y de baja calidad.
5-Crecimiento poblacional: En 2032 seremos 8,4 billones (predicción moderada), con la consiguiente presión sobre los ecosistemas, los recursos en general y el trabajo.
6-Sociedad: La clase media global crecerá un 172% entre 2010 i 2030 (en los países emergentes). Las empresas tendrán que servir ese mercado aún disponiendo de menos recursos.
7-Urbanismo: En 2030 gran parte de Asia y África vivirá en zonas urbanas, que requerirán grandes inversiones en infraestructuras y suministros (agua, luz, transporte, sanidad).
8-Alimentos: Sector muy presionado por el aumento de población, las restricciones de agua y la deforestación. Los precios de la comida habrán subido un 70-90% en 2030.
9-Ecosistemas: Ahora están estresados con tendencia a ir a peor. Se reduce la diversidad y proliferan las especies invasivas.
10-Deforestación: se perderán un 13% de los bosques entre 2005 y 2030 con todo lo que eso comporta para la industria.
      Según Magdalena Zamorano, gerente de sostenibilidad de Endesa, el objetivo de la responsabilidad social empresarial debe ser mejorar la gestión de los riesgos, fomentar la innovación i potenciar la relación con sus grupos de interés; el resto es pura filantropía”.
      Si todos piensan igual, son muy malas noticias que nos conducirán a un futuro de miseria. La sociedad civil debería apoyar a las empresas que tengan en cuenta los diez puntos citados y que luchen para afrontarlos.

(“Sostenibilidad, competitividad e innovación, retos y oportunidades para la responsabilidad social empresarial”, diversos autores, editorial Huygens, 2013)



jueves, 3 de abril de 2014

¿Adónde vas, Sudáfrica?

En ni viaje a diferentes ciudades sudafricanas el apartheid i Mandela se impusieron a cualquier otra visita turística. ¿Pero el apartheid no se había terminado definitivamente en 1991? Sí, pero no en la memoria, no en las secuelas. Aquellos 43 dolorosos años se reencuentran en cualquier rincón del país y eso cuesta de digerir, a veces siglos.
      Entender Sudáfrica no es fácil. La humanidad nació en África y, de alguna manera, todos conservamos alguna cosa de aquellos ancestros. La zona de la que hablo estaba poblada por cazadores-recolectores. En el siglo XV pasaron los portugueses y en el XVII se quedaron los holandeses. Los primeros esclavos eran emigrantes de Malasia. Los zulúes y los chosa lucharon reiteradamente contra los nuevos colonos, pero fueron los ingleses quienes se impusieron durante 155 años. Mientras, los granjeros holandeses (boers) se habían instalado, batallando con los ingleses y con el rey zulú Shaka. Durante el siglo XIX se encontraron diamantes y después, oro en abundancia. Esa fiebre creció a la par que las desigualdades raciales. Para mejorar las condiciones de los negros nació la ANC, el partido de Mandela, quien fue condenado a cadena perpetua de la cual cumplió “sólo” 27 años, porque el presidente De Klerck, elegido por los blancos en 1989, se dio cuenta de que Sudáfrica necesitaba una limpieza de cara, sobre todo a causa de las sanciones internacionales que afectaban la economía e incluso el deporte. ¿Lo han entendido? Pues es mil veces más complicado.    
     En Sudáfrica se visitan las cárceles donde sufrieron líderes de la talla de Mandela o Gandhi. Al primero se lo mezcló con asesinos blancos para que nadie le echara una mano y el segundo descubrió las ventajas de la Satyagraha, nombre indio para la resistencia no violenta. Me llevaron al museo del Distrito 6, un lugar de buena convivencia multicultural hasta que el apartheid, deseoso de dividir a la gente en razas y etnias, lo destruyó para enviar a los negros a Langa, un distrito segregado, con viviendas miserables sin luz ni agua, donde aún es mejor no perderse. En Soweto, otro distrito segregado en sus inicios, el museo Pieterson recuerda a los estudiantes asesinados por manifestarse en contra de la imposición del afrikâans (lengua de los boers) en las escuelas negras (1976, 700 muertos).
      En una Sudáfrica post apartheid i post Mandela, que tiene tan presente su pasado injusto, uno se pregunta si podrá seguir siendo la S de los países BRICS. Salta a la vista que queda mucho por hacer. Su PIB superior al de toda el África subsahariana junta no da confianza cuando uno viaja con los ojos abiertos. Todavía se distingue entre blanco (afrikâaner, inglés, extranjero), negro (de las tribus), de color (descendiente de esclavos de Malasia o  mestizo) y asiático (indio, chino). Hay once lenguas oficiales en el país y cuatro en la televisión. Hay iglesias cristianas, mezquitas, sinagogas… y antiguas religiones tradicionales. No es fácil organizar esta torre de Babel.
      Hoy por hoy las elecciones están al caer. Algunos dicen que el ANC (partido de Mandela) está en crisis a causa de la corrupción de los cabecillas. Otros, que el presidente zulú malgasta el dinero público regalando palacios a sus cuatro esposas. Mientras, la miseria y el resentimiento incrementan la inseguridad (los agentes de vigilancia de metro y tren llevan chaleco antibalas y no se recomienda ir por la calle después de la puesta del sol). Hace falta un equilibrio social y que el país sepa aprovechar la riqueza de su diversidad. La solución, tal vez, sería la entrada en escena de un líder con las cualidades de Nelson Mandela para salvar Sudáfrica, construida con sangre, sudor y oro. Pero, como todo el mundo sabe, los Mesías no son fáciles de encontrar


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miércoles, 12 de marzo de 2014

Políticos mediocres

Un escritor persa dijo que las cualidades que se necesitan para ser político no tienen nada que ver con las que se precisan para llegar al poder, lo cual me sugiere que quienes tienen menos escrúpulos, menos barreras morales y emocionales son quienes llegan a gobernar.
      Este lado oscuro del talento político debería disimularse con un alto nivel de formación, carisma, capacidad oratoria y otras competencias que elevan la imagen del político y lo hacen digno de la confianza de sus votantes. Así ocurre en la mayoría de países del mundo, pero no en España.
      En España los ineptos, los incultos y los corruptos llegan a la cima. ¿Cómo es eso?
      Es fácil reconocer que la sociedad del país tiende a premiar el ignorante, el gandul y el ladrón. Lo vemos cada día en televisión: un rebaño de personajes impresentables cobran sueldos millonarios, y se trata la incompetencia política como si fuera un chiste ocurrente.
      ¿Por qué?
      Las raíces identitarias culturales españolas llevan incorporada la indignidad personal y la bajeza voluntaria. Conseguir lo contrario implicaría un gran esfuerzo individual de construcción personal. Es mucho más cómodo aceptarse con los defectos e identificarse con gente similar (a quien es obligado premiar para no desprestigiarse uno mismo).
      Esta tara tiene graves consecuencias. Por un lado apoya la estupidez y la ignorancia, por otro castiga al legal, al honesto y al culto. La culpa la tiene el deporte nacional: la envidia, una envidia que sólo puede ser producto de un ínfimo nivel de dignidad personal y de conciencia de uno mismo.
      Esta psicología retorcida es la que hace que España sea tan distinta a otros países serios, porque no lo olvidemos: lo que hace grande a un país son las personas.
(Inspirado en la “Gazzetta del Apocalipsis”)


miércoles, 19 de febrero de 2014

Voluntarios del futuro

Hace décadas que la creciente automatización deja en la calle cada día a más trabajadores. La previsión es que eso empeore con lo que denominamos la tercera revolución industrial. Si le añadimos las consecuencias de la globalización de los mercados, la construcción de comunidades fuertes y autosuficientes será vital para la supervivencia de muchas familias afectadas por la drástica reducción de plazas de trabajo. En los próximos años hará falta encarar algunas prioridades como proporcionar alimento a los pobres, garantizar unos servicios sanitarios básicos, educar a los jóvenes, prever viviendas asequibles y preservar el medio ambiente. ¿Cómo vamos a conseguirlo? Muchos creen que con el tercer sector. Tendremos que establecer iniciativas para que aquellos que aún trabajen, pero en horario reducido, dediquen parte de su tiempo libre en actividades de voluntariado. Habrá que promover una legislación adecuada para proporcionar a los parados permanentes un trabajo útil en los servicios comunitarios. El gobierno podría deducir impuestos a los trabajadores en activo que hagan tareas comunitarias y, aunque con ello obtenga menos ingresos fiscales directos, reduciría su gasto en programas de ayuda. También tendría que establecer “salarios sociales” como alternativa a los pagos y beneficios de la asistencia pública para los parados permanentes dispuestos a ser reeducados y empleados como voluntarios. Además el gobierno debería conceder beneficios a las ONG para ayudarlas a reclutar y formar a los pobres que trabajen para ellas. Este “salario social” beneficiaría a los sectores público y privado con el crecimiento de poder adquisitivo y de los ingresos sujetos a impuestos, reduciendo a la vez la tasa de criminalidad y el coste de mantenimiento del orden social y legal. En el futuro será imprescindible crear un capital social en los barrios y comunidades para ayudar al número creciente de pobres que se prevé que habrá en el mundo. La carta más importante en el juego de la nueva política parece ser el sector público, que tendrá un papel menor en los asuntos comerciales y mayor en el tercer sector. Estos dos sectores juntos podrán ejercer una considerable presión política sobre las empresas para reconducir parte de los beneficios del nuevo comercio hasta las comunidades. (de The End of Job, de Jeremy Rifkin)

miércoles, 5 de febrero de 2014

Finanzas de hoy

A día de hoy nadie duda que las finanzas dominan la economía, de manera que la Bolsa se ha convertido en el eje del mundo y los bancos de inversión en gobernantes de los políticos. Suponiendo que la política quisiera (pudiera) poner freno a este sinsentido, su lentitud en la ejecución no sería operativa ante unos mercados que van a todo gas. Los actuales especuladores se dedican a derribar países, no empresas. ¿Y cómo se lo montan? Según el brocker y day-trader Josef Ajram, a finales del 2008 se les prohibió vender acciones que no tenían. Hasta entonces había sido una práctica habitual, siempre y cuando se cerraran las operaciones el mismo día. Es importante explicar que la compra y venta necesita de un intermediario financiero que cobra comisiones que ayudan a sostener una agencia de valores, entre otras. A raíz de esta prohibición se popularizó, entre muchos otros, un producto financiero (CDF) ya existente que permite comprar y vender, vender y comprar y, sobre todo, mantener las posiciones vendidas durante más de un día. Esta posibilidad facilita que los manipuladores del mercado puedan ganar cuando baja la Bolsa, lo cual crea miedo, miedo del que ellos se aprovechan. O sea que los especuladores crean miedo subiendo los CDF y este miedo hace que la renta variable sea inestable y baje de forma que sus posiciones bajistas en el activo que sea les permiten ganar mucho dinero. La única salida a este problema es política: prohibir vender acciones que no se tienen, siempre que la posición vendedora se arrastre más de un día. Si se quiere evitar un crac bolsista desde un punto de vista político se debe prohibir vender aquello que no se posee. El sistema necesita liquidez y necesita trading (comprar y vender varias veces en un día), pero no debe sostenerse una posición bajista más de unas horas. ¿Quién podría oponerse a ello? Los grandes especuladores, muchos de los cuales quisieran que la economía fuera fatal para sacarle provecho gracias a estas posiciones bajistas. (de La solución. El método Ajram)

miércoles, 29 de enero de 2014

Somos demasiados

Se habla poco de demografía, aunque va a ser un factor clave que marcará la economía y la sociedad futuras. En el siglo XX la población mundial era de 6 070 millones, y se estima que el año 2050 será de 9 300 millones, el 77% de los cuales vivirán en Asia y África. En la UE lo hará solo el 7%. Recordemos que para estabilizar la población cada mujer europea debería tener 2,1 hijos y que a día de hoy tiene 1,6. Naciones Unidas prevé que el aumento de población se estabilizará en torno a los dos hijos por mujer. ¿Y eso qué importancia tiene? Pues que una elevada natalidad no favorece la calidad de la sanidad básica ni de la educación primaria y hace disminuir la renta per cápita. Por otra parte en 2050 los mayores de 60 años representarán el 22% del total de habitantes del mundo; en los países avanzados serán el tercio del total. El envejecimiento poblacional tendrá muchas consecuencias. Habrá menos personas trabajando para financiar las pensiones del resto. Quedarán afectados el consumo, el ahorro, el mercado laboral, el sistema sanitario, la atención a los ancianos, la familia y las migraciones. Una sociedad envejecida será políticamente más conservadora. El exceso de población supondrá más presión sobre la agricultura, mientras que el agua se hará más escasa, igual que las energías fósiles, los recursos y también el espacio físico. Todo eso implica más sobreexplotación de la Tierra y más contaminación. Dicho de otra manera: si todos los habitantes del mundo son iguales y tienen los mismos derechos, el planeta no podrá sustentar tanta gente en este nivel tan alto. (de “Un futuro incerto”, de Francesc Raventós)

miércoles, 22 de enero de 2014

Libros que dejan huella

Todos los lectores podríamos hacer un listado de libros que, por motivos diferentes, conservamos en nuestra memoria. Todos ellos, a través de la historia o del protagonista, nos enseñan cosas de la vida. Algunos han caído en nuestras manos recomendados y otros por casualidad o en un momento crucial. Todos forman parte de nosotros. Los que quisiera destacar son las de mi etapa de adolescente. Debo a Dumas momentos inolvidables de aventura con Los tres mosqueteros, mientras que dejaba impresionar por la mala Milady y su flor de lis tatuada. El suspense de aquellos Diez negritos que iban desapareciendo misteriosamente en la obra reina de Agatha Christie me produjo alguna que otra pesadilla y un conjunto de emociones desconocidas. Pero la obra que más me impactó en aquella época fue Lo que el viento se llevó. Yo era entonces una niña retraída e insegura que admiraba la voluntariosa Scarlett O’Hara y quería ser guapa como ella, decidida como ella y tener un novio clavado a Rett Butler. Más adelante llegaron obras diferentes. La dureza de Germinal de mi venerado Émile Zola me rompía el corazón tanto como La plaza del Diamante, de Mercè Rodoreda. Durante mi adolescencia tardía conservé mi preferencia por hombres que me parecían muy masculinos por su valentía y orgullo y que Corneille supo retratar con maestría en Le Cid, obra que leíamos en clase en el Lycée Français y de la que me sabía escenas enteras de memoria. Una amiga me regaló en un momento crucial un Herman Hesse, Demian, libro que todavía abro en épocas oscuras y que siempre me reconforta. Recuerdo que en los setenta José Luís de Vilallonga estaba prohibido por el franquismo; comprábamos sus obras en Francia y las pasábamos escondidas por la frontera. Aún releo a veces una de ellas. Se llama L’homme de sang i narra la vuelta a España de un exiliado andaluz de la guerra civil, un personaje con mucha miga y una historia espléndidamente narrada. Podría citar más libros, como Gigi, de Colette, o 1984, de Orwell. Pero solo destacaré uno, que seguro que nadie conoce: Escuela del amor y del matrimonio. Lo leía a escondidas. Y es que hace más de cuarenta años no se hablaba abiertamente de sexo como ahora y si uno quería informarse, debía espabilarse solo. ¡Oh, libros! Libros para disfrutar, libros para aprender..., pero como dijo la agente literaria Carmen Balcells, está muy bien vivir otras vidas y conocer otros mundos a través de los libros, pero es mucho mejor que vivamos nuestras propias experiencias.

jueves, 16 de enero de 2014

Francia subvenciona las librerías

La ministra de cultura francesa se dispone a tomar “serias medidas” para paliar la pérdida de 10 000 puestos de trabajo y el 8% de caída de facturación del sector del libro. En la radio añadió: “Todo el mundo está harto de Amazon, que rebaja el precio de los libros, fijo por ley, y que ni siquiera cobra para enviarlos”. He aquí la cuestión. Dicen las malas lenguas que las compañías como Amazon, Google o Apple evaden impuestos, hecho no demostrado que, de ser cierto, tiene fácil solución. Los políticos sueltan frases del estilo “Queremos proteger la cultura” o “Todo el mundo tiene derecho a la cultura”. ¿Lo piensan de verdad? Porque portales como Amazon garantizan un acceso a la cultura abierto a todos, con un catálogo muy extenso en distintos idiomas; es una librería que nunca cierra y a la cual no hay ni que desplazarse. ¿Qué ofrecen, a cambio, las librerías? Una hermosa exposición de libros, muy agradable a la vista y al tacto, eso sí, con presentaciones de novelas y firmas ocasionales de autores. ¿Y qué más? Cuando se habla de proteger las librerías con dinero público, ¿es la cultura la que se protege o solo los privilegios de un sector desfasado? Francia no debe subvencionar las librerías. El dinero caído del cielo de manera regular no estimula la creatividad ni los nuevos proyectos, más bien incita a la inmovilidad cerebral. En algún momento se acabaron las máquinas de escribir y la gente compró ordenadores. Lo llamamos progreso. La característica más estable del mundo es que cambia constantemente. No debemos esconder la cabeza bajo el ala y aferrarnos a un pasado que va contra corriente. La digitalización en todos los ámbitos es nuestro presente. No sabemos lo que nos depara el futuro, pero seguro que estará lleno de cosas nuevas a las que también deberemos adaptarnos.

miércoles, 8 de enero de 2014

2014. ¿Un año verde?

En 2014 tendrán que llegarnos muchos cambios si queremos mantener el actual bienestar, aunque no va a ser posible recuperar el de finales del siglo pasado. Uno de ellos será sin duda el energético. Intentaré describir en pocas palabras la dramática situación actual: descontrol, procesos de extracción complejos, importante especulación, precios disparados (crecen un 8% anual y van al alza), grandes intereses económicos sobre los recursos fósiles por parte de los oligopolios, empobrecimiento de amplias zonas del planeta y abismo creciente entre ricos y pobres. Existen, además, unos conceptos que los gobiernos y nosotros deberíamos tener en cuenta: en 2060 se habrán agotado el petróleo, el gas natural, el carbón y el uranio; la generación de electricidad tiene hoy una eficacia de sólo un 33%; la energía atómica es muy cara de producir (se aprovecha menos de una cuarta parte, el precio de la seguridad de las centrales está por las nubes y cuestan de gestionar unos residuos que no se eliminarán hasta pasados 100 000 años). ¿Qué hacer? Renovables es la respuesta. Ramon Sans Rovira nos lo explica en su libro "El colapso es evitable. La transición energética del siglo XXI"
(TE21), Octaedro, diciembre 2013, que ha copublicado con Elisa Pulla. Eólicas, hidráulicas y fotovoltaicas generan electricidad directamente, son limpias y rentables. Este ingeniero industrial enamorado de la naturaleza ha calculado las necesidades de Europa haciendo un estudio comparativo de las potencias necesarias y combinando las renovables en cada zona para facilitarnos una vida cómoda. Ha tenido en cuenta la variabilidad de estas energías, la superficie a ocupar, la forma de almacenamiento para un uso posterior a corto y largo plazo, el coste y la rentabilidad. Todo esto y mucho más en la TE21, un proyecto energético sólido a aplicar entre 2015 i el 2050. ¡Empecemos el 2014 pensando en verde!